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Cómo elegir un protector solar seguro para bebés y niños este verano

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Con la llegada del verano, aumentan las ganas de playa, piscina y juegos al aire libre. Pero, ojo: cuando se trata de la piel de los más pequeños, el sol no es ninguna broma. Su piel es mucho más fina, delicada y sensible que la nuestra. Por eso, escoger bien un protector solar para bebés y niños no solo es recomendable… es imprescindible para cuidar su salud.

En estas líneas te cuento cómo elegir un protector solar seguro para bebés y niños, qué ingredientes conviene evitar, cómo aplicarlo sin dramas y otros consejos para que el sol no les pase factura.

¿Por qué no vale cualquier protector solar?

La piel de un bebé todavía no ha terminado de formar su barrera natural protectora. Por eso, los rayos ultravioleta la atraviesan con más facilidad, aumentando el riesgo de quemaduras y daños a largo plazo.

Además, los protectores solares para adultos suelen llevar filtros químicos y fragancias que pueden causar alergias, irritaciones o alterar su delicada piel. Por eso es mejor optar por un protector solar para bebé piel atópica o, al menos, uno formulado para pieles muy sensibles y sin componentes agresivos.

¿Cuándo puedo empezar a usar crema solar en un bebé?

Como norma general, antes de los 6 meses no se debe exponer a un bebé directamente al sol, ni siquiera usando crema. Su piel todavía no está preparada, y la protección debe ser física: mucha sombra, sombrilla, ropita y un buen gorro.

A partir de los seis meses ya puedes aplicarle una crema solar niños sin químicos, siempre que tenga un factor de protección alto y la extiendas con generosidad.

Claves para acertar con el protector solar

Te dejo aquí una pequeña guía para saber qué buscar —y qué evitar— cuando leas la etiqueta:

✔ Lo que sí conviene

  • Filtros físicos o minerales como óxido de zinc o dióxido de titanio, que reflejan los rayos en vez de absorberlos.
  • Sin perfumes ni colorantes.
  • Que sea resistente al agua, para que aguante chapoteos y carreras.

✖ Lo que mejor dejar en la estantería

  • Oxibenzona, octinoxato y otros filtros químicos sospechosos de ser irritantes o disruptores hormonales.
  • Alcoholes y fragancias fuertes, que pueden resecar e irritar.
  • Nanopartículas no encapsuladas (mejor elegir “no-nano”).

¿Qué factor de protección elegir?

Para niños y bebés, elige siempre SPF 50+. Cuanto mayor, mejor. Y no olvides comprobar que protege tanto frente a rayos UVA como UVB, lo que se llama “protección de amplio espectro”.

Cómo aplicarlo sin que acabe en desastre

Conseguir que un niño se quede quieto mientras le pones la crema puede ser toda una aventura. Aquí tienes algunos trucos:

  • Pónsela en casa, antes de salir, para que se absorba bien y evitar prisas.
  • Usa poca cantidad al principio y ve extendiendo poco a poco.
  • Hazlo un juego: dibuja una carita, un corazón o un sol antes de esparcirla.
  • Recuerda renovarla cada dos horas y también cada vez que salga del agua o sude mucho.

Otras formas de proteger su piel

El protector solar es básico, pero no es lo único. Aquí van más consejos igual de importantes:

  • Viste al peque con ropa ligera, de algodón, y de colores claros, que cubra brazos y piernas.
  • No olvides el gorro y unas gafas de sol con filtro UV.
  • Evita salir entre las 12 y las 4 de la tarde, cuando el sol está en su punto más fuerte.
  • Siempre que puedas, quédate bajo la sombra: un árbol, un toldo o una sombrilla son grandes aliados.

Preguntas que suelen surgir

¿Puedo usar mi crema solar para el bebé?

Mejor que no. La mayoría de protectores para adultos tienen ingredientes demasiado agresivos para su piel.

¿Qué es mejor: spray o crema?

En bebés y niños pequeños, la crema suele ser más fiable porque cubres mejor la piel y controlas la cantidad.

¿Y si le sale un sarpullido?

Deja de usar la crema en cuanto notes algo raro y consulta al pediatra cuanto antes. Puede ser una alergia a algún componente.

Un último apunte

Cuidar la piel de los peques no es difícil, pero sí exige atención. Elige una crema con filtros físicos, evita los químicos fuertes y acompáñala siempre de ropa, gorro y mucha sombra.

Ellos te lo agradecerán con una sonrisa… y tú disfrutarás del verano más tranquilo sabiendo que están bien protegidos.

Según la Asociación Española de Pediatría, los bebés menores de 6 meses no deberían estar nunca al sol directamente.

Y si después de leer estos consejos quieres ver opciones, en nuestra categoría de protectores solares infantiles encontrarás aliados perfectos para cuidar la piel de los más pequeños.

 
Publicado en: Cuidado infantil

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